lunes, 3 de enero de 2011

Tierra de nadie, tierra de todxs



La represión y/o criminalización continúa siendo la respuesta que el estado da a algunos conflictos sociales que no pueden ser invisibilizados ni acallados, en una sociedad donde existen profundas brechas sociales y económicas. Buenos Aires no es la excepción, más de un siglo de crisis habitacional ha dejado profundas secuelas. Actualmente son 3 millones los espacios usados como viviendas que tienen alguna deficiencia y están muy lejos de poder ser considerados como una vivienda digna. A lo que debe sumarse la imposibilidad de muchas familias de acceder a un alquiler, que es apenas una solución de corto plazo.

Todas estas problemáticas han carecido sistemáticamente de políticas públicas. La toma del parque Indoamericano puso de relieve esta situación, demostrando por un lado la decisión política de no construir viviendas y tampoco urbanización los barrios de emergencia, todos propuestas de campaña. Esto dejó al descubierto las carencias que hay, sobre todo en la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires, en infraestructura escolar y de salud entre otras necesidades básicas sumado a la inacción del estado para dar una respuesta al conflicto social.
Los medios masivos apostaron sus móviles mostrando lo que allí sucedía como si fuera un hecho anecdótico. No obstante omitieron decir que la toma de tierras es una metodología históricamente utilizada por las familias para acceder a la vivienda. En La Matanza hace más de 30 años que diversos asentamientos han concluido en barrios enteros establecidos en la actualidad, Villa Celina cuenta con los barrios de Vicente López, Sarmiento y José Hernández, nacidos hace muchos años de la lucha popular.

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